Todo el mundo habló de lo que pasó en la cumbre de la ONU. Todo el mundo la mencionó, y todo el mundo ahora reconoce el rostro de Greta Thunberg. Todo el mundo ahora sabe que “todo esto está mal”. Y todo el mundo ahora sabe qué está mal. Pero no es solamente la voz de Greta resonando desde el otro lado del mundo, es –justamente- en todo el mundo, y en distintas voces.
Desde el 27 de septiembre de 1995 en Argentina se conmemora el “día de la conciencia ambiental”, y en este marco se desarrollaron diversas manifestaciones en todo el país para sensibilizar y concientizar las consecuencias que provoca en el medio ambiente la contaminación indiscriminada.
La ciudad de Corriente no fue ajena a estas actividades. Mientras tantos pasaban y pasaban mirando de reojo, muchos jóvenes comenzaron a colgar distintas banderas y pancartas sobre las columnas de la plaza Juan de Vera. Distintas agrupaciones se congregaron, y poco después de las 17 las voces resonaban en el micrófono reiteradas veces “conciencia ambiental”.
Desde la organización ambiental “Guardianes del Iberá” fomentan la “participación ciudadana y la organización local, para que seamos nosotros mismos los defensores de nuestros recursos naturales”. También, destacaron y defendieron la tarea de carreros y la producción de alimentos sanos para la comercialización local.
El mensaje siguió de la frase “tierra para sembrar, políticas públicas para favorecer la producción agroecológica campesina y de pueblos originarios”, y poco tiempo después los aplausos indicaron el fin de su discurso, pero inmediatamente el inicio de otro.
“Para quienes no quieren actuar, para quienes no les importa ¿no se dan cuenta? Estamos destruyendo el planeta”, lo dijo Lucila Quetglas, referente del “Fridays for Future” a viva voz. Pero “no es solo el futuro, las personas ya comenzamos a sufrir”, fue la frase que le siguió.
Lucila tiene 16 años, es estudiante y desde el inicio del año comenzó a interiorizarse cada vez más en esta lucha. “Comencé desde la página de Instagram y la gente se fue sumando”, afirmó Lucila Quetglas. “Fridays for Future”, es la organización que empezó con la recordada Greta Thunberg, que desde hace siete semanas la dirige Lucila en Corrientes.
“Lo primero es aceptar que estamos en una situación de crisis y luego combatirlo desde pequeños hábitos”, dijo Lucila. De esta manera el sol fue desapareciendo y el sonido de los tambores de “La cuerda Cambacuá candombe” retomaron las palabras de los expositores y el día se hizo noche.
Desde un lado aparecieron dos personas que portaban como disfraz, cabezas de animales. Ahí estaban, moviéndose al compás de los golpes rítmicos de los tambores, con carteles sobre sus manos. El resto los acompañaba con aplausos y algunos que otros gritos y silbidos.
Casi sin saber quién marcó la consigna, las personas, miembros de las organizaciones, y tantas otras que se sumaron al correr la tarde formaron una cadena. Uno al lado de otro, con o sin carteles, todos manifestándose por la emergencia climática. No se sabía bien dónde empezaba ni dónde terminaba, pero lo que sí se sabía era su intención.
Tiempo después la movilización terminó, pero lo que comenzó, las redes sociales también se hicieron eco de esta manifestación y de otras consignas relacionadas. De acá en más no será solo la fecha 27 de septiembre, de acá en más será acciones de todos los días desde distintos ámbitos. De acá en más va tener más fuerza fue la conciencia ambiental.
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